Una buena lubricación o engrase es necesario para garantizar el funcionamiento de cualquier mecanismo. Permite limitar la fricción y el calentamiento de las piezas y así las protege del desgaste prematuro y de la rotura.
Esta lubricación puede ser proporcionada por diversos tipos de productos, que deben ser elegidos según la naturaleza de los materiales utilizados.
Además, la grasa permite proteger los materiales como la madera, el caucho...
Para responder a cada necesidad y a las especificidades de cada material, existen varios tipos de productos: los lubricantes, las grasas y los aceites.